En capítulos anteriores hablamos de la observación y la intuición como dos herramientas que son fundamentales, desde una mirada Feng Shui. Hoy añadiremos una más, el sentido común, como una herramienta práctica que nos guía y orienta en la toma de decisiones favorables para nuestro negocio.
El sentido común está muy asociado a la razón, a aquello que consideramos evidente y lógico. Nos sirve también para analizar una situación, un lugar o cosa. El sentido común es primordial desde un punto de vista Feng Shui para que nuestro negocio funcione de la mejor manera posible; es por ello que, cuando realizamos un estudio, lo consideremos como una herramienta básica que nos ayuda a discernir sobre el conjunto de toda situación a tratar. En el caso de un centro de belleza, nos permite valorar desde la ubicación, el lugar y la zona donde se encuentra, los productos que utilizamos, las personas que allí trabajan, los clientes…
El sentido común nos lleva a poner ese punto realista y a sacar conclusiones del conjunto de las cosas; como, por ejemplo, que es muy posible que un negocio sea más próspero si está en un lugar transitado, con buen acceso, a pie de calle, que tenga un buen escaparate, que las personas que trabajen allí amen su profesión, estén cómodas y que los clientes se sientan en una atmósfera agradable, bien atendidos, que haya horarios flexibles…
¿Qué te parece si, en este momento, utilizas las tres herramientas de las cuales hemos estado hablando hoy y en capítulos anteriores, para mejorar tu centro de belleza?
* Observación: Anota todo lo que VES que puedes mejorar en tu espacio de trabajo.
* Intuición: Anota todo lo que SIENTES que te transmite el lugar y las personas con las que te relacionas.
* Sentido común: Anota las ACCIONES que vas a realizar.
