
Me gusta, no me gusta… Como decía un profesor mío, la intuición es hacer cosas correctas con datos incompletos. A veces no tenemos una razón lógica para explicar el porqué de algunas cosas, pero hay una parte de nosotros que sabe qué es lo correcto en una situación u otra. En psicología, se le llama intuición al conocimiento que no sigue un camino racional para su construcción y formulación; y, por lo tanto, no puede explicarse o, incluso, verbalizarse. A veces resulta difícil explicar por qué se ha llegado a determinada conclusión.
La intuición puede venir acompañada de sensaciones viscerales, que no siempre sabemos interpretar; de ahí que utilicemos términos como: “tengo la sensación…”, “esto no me huele bien”, “creo que…”. La intuición nos va a permitir leer entre líneas y descubrir cosas que ya sabíamos, pero a las cuales no prestábamos la suficiente atención.
A la intuición se le denomina “sexto sentido”. ¿Qué tal si ahora trabajamos los otros cinco, con este? Coge lápiz y papel, y anota tus sensaciones.
Al entrar en tu centro de belleza:
¿Qué ves?
¿Qué oyes?
¿Qué sientes?
¿Qué sabor percibes?
¿Consideras que hay cosas que necesitas cambiar? Ánimo. ¿A qué esperas?
