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Filosofía Feng Shui (I)

 

Los seres humanos experimentamos en mayor o menor medida lugares que nos hacen sentir bien, cómodos y tranquilos, solo por el hecho de estar ahí. Percibimos que hay algo en el ambiente que agrada a nuestros sentidos, a diferencia de otros lugares que rechazamos, nos abruman y nos hacen sentir mal.

Si consideramos que hace siglos que afirman que existe una fuerza superior que impregna todo lo que hay en el Universo, lo anteriormente dicho no es de extrañar. Esta “fuerza” recibe el nombre de Ki para los japoneses, Paraná para los hindúes…; nosotros lo denominamos energía y los chinos Chi.

El Chi existe en todas las cosas, desde la más grande a la más pequeña; se encuentra en el cielo, la tierra y en todos los seres vivos, en un flujo constante.

Esta energía es invisible, se propaga a través de la atmósfera sin luz ni sonido; sin embargo, existe.

Hoy en día, la física cuántica afirma que todo se compone de energía, que el universo no es más que energía que vibra a distintas frecuencias (algunas de estas frecuencias se pueden ver y otras no). Utilizamos expresiones como: “estoy bajo de energía “, “tengo energía suficiente”, “hay que ponerse las pilas”, “me da buenas vibraciones”…

El Feng shui trata de temas como estos y del modo en que afecta a nuestra vida el entorno en que vivimos y trabajamos; desde el paisaje, la vegetación existente, el clima local, los edificios, los habitantes, la cantidad de luz natural, el color de las paredes, los techos, el suelo, el tipo de mobiliario, objetos, adornos, cuadros, la ausencia o presencia de plantas, etc. Todo ello afecta a nuestra vida cotidiana, seamos conscientes o no.

Cuando se realiza un estudio personalizado de la casa y/o el Centro de belleza, se tiene muy en cuenta los elementos anteriores y cómo está la energía del lugar.

Un espacio donde fluye la energía y que es agradable a nuestros sentidos nos aporta bienestar y calidad de vida.

                                                                                                                                                                               María Jesús Olivencia Martín
                                                                                                                                                                                             bellezafengshui.com