De una forma general, todos nos sentimos más seguros en espacios que nos agradan y nos hacen sentir más cómodos. Te invito a reflexionar sobre conceptos que ya conocemos y a darles prioridad; principalmente, cuando observamos que “hay algo” que hace que tu negocio no funcione como tú deseas.
Comenzaremos explicando que, según el Feng Shui, hay unos principios básicos y fundamentales que hay que respetar. En el capítulo de hoy vamos a explicar dos de ellos: seguridad y orden.
Primer principio: Seguridad
– Un centro de belleza tiene que ser un lugar seguro y cómodo.
– Las cabinas deben ser lugares donde reine la intimidad.
– El mobiliario ha de ser estable; no solo la camilla donde se tumba el cliente, sino también nuestro asiento; o nuestra mesa, en el caso de tener despacho.
– La temperatura deberá ser adecuada no solo para el cliente, sino también para nosotros. Una temperatura que hace sentir estupendamente al cliente, pero que nosotros sentimos elevada, nos afectará; es preferible buscar el equilibrio cubriendo más al cliente.
Segundo principio: Orden
En este caso, no nos referimos solo a que todo esté recogido; en Feng Shui, vamos más allá. Los seres humanos emitimos señales según colocamos, mantenemos o tenemos nuestras cosas. El desorden y la acumulación de objetos en el exterior bien puede ser una proyección de acumulación y desorden interior y de saturación de ideas. El desorden altera el camino para obtener nuestras metas, bloquea las vías de acceso a oportunidades y nos hace perder un tiempo que puede ser valiosísimo para estructurar de manera ordenada nuestro plan de trabajo. Haz una limpieza profunda en tu lugar de trabajo. No solo nos referimos a limpiar las cabinas, la sala de espera… sino a retirar objetos, papeles y cosas que puedan estar deterioradas o no sean ya de utilidad.
- Retira todo lo que no te guste.
- Limpia armarios y cajones.
- Desecha todo lo viejo y caduco para dar espacio a cosas nuevas y a oportunidades.
